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Ciudad de Santa Fe
27 de mayo de 2024
Tengo el gran desafío de volver a unificar un partido que está dividido
"En el PRO ya no hay ni patricistas, ni larretistas ni macristas", dijo la vicegobernadora que, ahora, presidirá el PRO de Santa Fe. Confirmó que trabajará para construir puentes y lograr que La Libertad Avanza se sume a Unidos.
Recientemente elegida como presidenta del PRO, la vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, Gisela Scaglia, planteó a El Litoral los principales desafíos que deberá encarar para reconstruir una partido sacudido por los resabios de la interna nacional, y con heridas por suturar todavía a nivel provincial. Una conversación a último momento y cuando estaba a punto de embarcar hacia Roma, permitió evitar la confrontación interna entre las dos listas que ya se habían presentado.
- ¿Cómo se llegó a la unidad?
- A través del diálogo. Creo que quien más hizo para forzar ese diálogo fue Miguel Weiss Ackerley, intendente de Santo Tomé, que se lo puso como meta desde el día que se presentaron las listas. Más allá de que él estaba en lista que encabezaba Cristian (Cunha), tenía como meta la unidad. Encaramos un diálogo con las dificultades que tiene siempre un cierre de listas, pero uno de los grandes artífices de esa unidad fue Miguel; fue como el ángel de la guarda de esta negociación.
- ¿Cuál es el principal desafío como nueva presidenta del partido?
- Estamos ante un momento difícil; lo conversé con Mauricio (Macri) también, y él me hablaba de disciplina partidaria. Yo creo que hay algo de volver a reencontrar un poco el camino del partido, de lo que somos, de lo que pensamos y de lo queremos. El PRO tiene un anclaje muy importante en las provincias; en la nuestra, sobre todo.
Quiero que se respete y que se observe todo con esa mirada más federal, y entendiendo el contexto en el cual suceden algunos acuerdos como el de UNIDOS. Me parece que lo que hicimos en Santa Fe es muy grande y muy potente como para no repensar las cosas a nivel nacional. Hay un gran camino por recorrer para todos; intentaré desde esa mirada, aportar a lo nacional. Y en lo local, tengo un gran desafío que es volver a reunificar un partido que está sin lugar a dudas dividido, después de una elección nacional que para mí ya pasó y que lamentablemente nos desunió. Para mí ya no hay ni patricistas, ni larretistas ni macristas. Me parece que estamos todos en el mismo equipo y todos son necesarios. Por otro lado, tenemos como tarea ver cómo nos posicionamos territorialmente, porque me parece que el partido decreció en lugar de crecer. Aún así, tiene grandes posibilidades; dejamos de tener la cantidad de concejales que teníamos pero de cara al 2025, probablemente, contemos con oportunidades concretas de ganar ciudades como Helvecia, Villa Minetti, Sauce Viejo, San Guillermo, en términos de intendencias. Si hacemos las cosas bien, tenemos un gran trabajo territorial para hacer y avanzar.
- ¿La unidad lograda fue por convicción o más bien una cuestión de forma?
- Bueno, a la unidad ahora hay que crearla. Ése es el tema. Obviamente que ahora, si se quiere, es una unidad de forma. Pero haré todo lo que pueda para que también haya una unidad de proyectos. Pondré mi mejor parte para lograrlo. A veces, uno puede empezar con discusiones y terminar en un buen camino, y además, creo que si no entendemos todo eso, el PRO puede tener como riesgo quebrarse en serio. Creo que ahí hay un enorme desafío de todos y tiene que haber un compromiso de absolutamente todos para poder hacer las cosas de esa manera.
- Siempre fue un reproche del otro sector del PRO, que no estuvieran contenidos en el gabinete provincial. ¿Es así?
- El Pro está bien representado en cuanto a número y jerarquía de cargos. Eso muchas veces se usó como achaque (al gobierno), pero el Pro tiene a la vicegobernadora; somos el cogobierno. Tenemos el segundo lugar de importancia en la gestión; tenemos un ministro que es muy importante y un secretario con rango ministerial. Obviamente, si uno quiere compararse con otros partidos, también hay que medirse en las fuerzas parlamentaria y la verdad es que nosotros somos muy débiles en ese sentido. Ahí sí tenemos que mejorar, pero no podemos pensarnos de la misma manera (que esos partidos).
- A nivel nacional, el PRO pasó de tener un candidato a presidente, a resquebrajarse internamente. ¿Cómo atraviesan ese proceso?
- Creo que a nivel nacional sí hay otra discusión para dar y me parece que también Mauricio será un buen líder para conducir ese camino. El PRO tiene que seguir siendo un partido político con las mismas ideas y valores, y con el mismo compromiso de cambio. Pero también tiene que hacer una lectura de que nuestro electorado cuando propusimos candidatos, eligió a otro. Sería muy tonto o inocente de nuestra parte no hacer una lectura de eso y de lo que hoy está conquistando La Libertad Avanza (LLA), que tiene que ver con principios; tal vez no en las formas, pero sí en los principios. Hay muchas cosas que yo las haría distintas, pero en lo profundo de las razones y de las ideas, hay una similitud muy grande.
- ¿Abrirían Unidos en Santa Fe a LLA?
- Soy de las que cree que sí; creo que hay que hacerlo y voy a trabajar en esa búsqueda porque entiendo que en Santa Fe, la pelea es contra un modelo que todos entendemos que hizo mal las cosas. Y considero que la profundidad de algunas medidas que se están tomando en la gestión de Maxilimiliano Pullaro, deberían satisfacer a muchos referentes de LLA. Tal vez no en el discurso, pero en términos de los cambios radicales que se están haciendo, creo que LLA debería sentirse identificada. Un ejemplo de ello es lo que estamos haciendo en materia de terminar con los abusos que los gremios docentes hacían del sistema; y no es una discusión fácil de dar porque todos tenemos un docente en la familia. Pero llevar adelante la reforma y el cambio del sistema educativo, requiere tomar decisiones difíciles.